La Selección Argentina vive un presente estable y competitivo. En ese marco, la relación entre Claudio “Chiqui” Tapia y Lionel Scaloni vuelve a escena: señales públicas de sintonía, objetivos compartidos y una pregunta clave para el hincha: ¿cómo se proyecta la continuidad del DT después de 2026?
Línea de tiempo: del interinato a un ciclo campeón (2018–2025)
Scaloni asumió como interino y, paso a paso, consolidó un proyecto que ganó Copa América, Finalissima y Mundial. La renovación de Lionel Scaloni hasta 2026 marcó un punto de confianza fuerte en el proceso, luego de una oficialización de AFA en 2023 que ordenó el mediano plazo.
Hubo un episodio de dudas públicas en 2023 que abrió interrogantes. La gestión dirigencial y la coherencia del cuerpo técnico encauzaron el rumbo. Desde entonces, el foco volvió a la cancha y a la planificación fina.
Qué dijo Tapia: señales de continuidad y horizonte 2030
En las últimas apariciones, el presidente de AFA expresó su idea de continuidad, incluso más allá de 2026. En medios locales, Tapia habló de continuidad hasta 2030 como deseo y hoja de ruta institucional. El mensaje baja ruido político y pone el eje en la estabilidad del proyecto campeón.
Qué quiere el cuerpo técnico: condiciones y planificación
La continuidad no solo se firma; se construye con condiciones. El staff de Scaloni valora autonomía deportiva, estabilidad del equipo de trabajo y coordinación diaria con juveniles.
- Identidad táctica: defender hacia adelante y recuperar alto, tal como se detalla en cómo presiona la Scaloneta.
- Plan de juego con pelota: alternancia entre salida 3+1 y 2+1 para superar presiones y controlar ritmos; repase cómo construye la Selección desde el fondo.
- Gestión de listas y minutos: ventanas para probar perfiles y sostener química, como mostró la convocatoria vs. Angola.
También pesan los detalles logísticos: viajes, predio, tecnología aplicada al rendimiento y articulación con clubes. La renovación debe blindar estas rutinas.
Qué se negocia en una extensión post-2026
Los ejes que asoman en una posible extensión incluyen:
- Autonomía deportiva: libertad para seleccionar, planificar y decidir microciclos.
- Staff y estructura: continuidad de asistentes, analistas y metodología integrada.
- Juveniles: escalera Sub-17/Sub-20 sincronizada con la mayor, con entrenamientos cruzados.
- Calendario: amistosos de nivel y giras que potencien el ranking y el aprendizaje.
- Logística y recursos: tecnología, predio y planificación de viajes alineados a objetivos.
Estos puntos ordenan la conversación y definen el marco de trabajo del día a día. Sin ellos, una firma pierde sustancia.
Tiempos probables: cuándo y cómo avanzar
El momento para formalizar suele ubicarse entre fin de Eliminatorias y la primera ventana de 2026. El calendario abre un hueco lógico para sentarse a negociar con tranquilidad, sin descuidar la competencia.
- Ventana ideal: primeros meses de 2026, con agenda todavía flexible.
- Condicionantes deportivos: resultados en amistosos de élite y estado físico del plantel.
- Contexto institucional: presupuestos y contratos comerciales alineados al ciclo.
Una señal positiva será ver a Tapia y al staff alinear públicamente objetivos y plazos. El resto será gestión fina y letra chica.
Escenarios y riesgos: ¿qué puede pasar?
- Continuidad total: acuerdo hasta 2030, con proyecto metodológico para todas las selecciones.
- Acuerdo por etapas: extensión corta con cláusulas ligadas a calendario y rendimiento.
- Demora negociadora: riesgo de ruido mediático y especulaciones, que impactan en la conversación pública.
Para minimizar riesgos, la AFA necesita sostener certidumbres: mensajes claros, respaldo al staff y mejoras incrementales en recursos competitivos.
Impacto en el proyecto AFA: continuidad y proyección de talentos
Una renovación bien diseñada tiene efecto multiplicador. La metodología se mantiene, la identidad se fortalece y los juveniles encuentran un puente real hacia la mayor.
- Continuidad metodológica: el mismo idioma táctico desde Sub-17 hasta la mayor.
- Proyección de talentos: minutos controlados en ventanas FIFA y giras específicas.
- Estabilidad del ciclo: menos urgencias, más foco en detalles que ganan partidos.
Usted puede seguir esta evolución observando los comportamientos del equipo: alturas de presión, salida desde el fondo y gestión de cargas. Las piezas ya están; el desafío es sostenerlas y mejorarlas.
El cierre que mira al lector
La foto de hoy muestra una Selección Argentina ordenada, a la espera del paso formal para blindar el ciclo. Tapia envía señales de continuidad; el cuerpo técnico marca condiciones sanas para competir mejor. ¿Cree usted que es momento de firmar por un ciclo largo o prefiere etapas más cortas rumbo a 2030?






