La Selección Argentina sostiene buena parte de su identidad en la presión. La Scaloneta eligió defender hacia adelante, recuperar alto y atacar rápido tras robo.

El plan tuvo validación en duelos de Copa América, Eliminatorias y Qatar 2022, donde los comportamientos sin pelota fueron diferenciales (ver informe táctico de CONMEBOL de Qatar 2022).

Disparadores: cuándo salta la presión

La presión no es constante; se activa ante señales claras. El cuerpo técnico las entrena y ajusta rival a rival (buen complemento: análisis de The Coaches’ Voice sobre las variantes de Scaloni).

  • Pase atrás al central o al arquero con pie “malo”.
  • Recepción del lateral de espaldas y sin apoyo interior.
  • Controles orientados hacia la banda o perfil cerrado del mediocentro rival.
  • Balón dividido tras envío largo o segundo balón mal perfilado.
  • Saque de arco rival con salida fija en corto.
  • Toque extra del zaguero que habilita el salto del extremo.

Roles por línea: funciones y coberturas

Delanteros

  • El 9 cierra línea de pase al mediocentro y orienta hacia un costado.
  • Los extremos saltan al central/lateral y bloquean retorno al arquero.

Mediocampistas

  • Interiores listos para “morder” al primer pase vertical.
  • Volante de contención barre espaldas y corrige cambios de orientación.

Defensa y arquero

  • Laterales adelantan metros para achicar y sostener duelos en banda.
  • Centrales listos para anticipar o cubrir profundidad.
  • Arquero activo para cortar envíos largos y ordenar la línea.

Cuando el rival supera la primera presión, hay un segundo esfuerzo coordinado. Ajustes y coberturas reducen el riesgo de quedar partidos (ejemplo aplicado frente a Chile en Eliminatorias según este análisis táctico de TyC Sports).

Recuperación tras pérdida: 5–8 segundos de “caza”

Tras perder, la consigna es simple: apretar hacia adelante durante 5–8 segundos. Objetivo: robo o, al menos, salto forzado del rival.

  • Orientar la presión hacia banda para usar la línea como “defensor extra”.
  • Dos al portador, uno al apoyo más cercano y uno al pase de seguridad.
  • Central de lado fuerte listo para anticipar; el opuesto cierra profundidad.

Si no se recupera, el equipo repliega a un bloque medio con distancias cortas. La energía se administra por fases para sostener la intensidad a lo largo del partido.

Riesgos y cómo se minimizan

  • Cambio de frente veloz: el 5 bascula y el lateral débil gana tiempo.
  • Pelota a la espalda: centrales perfilados y arquero en modo líbero.
  • Superiores numéricas por dentro: interior cierra por delante y el extremo hunde al lateral rival.
  • Falta táctica: cortar a 60–70 metros del arco propio, sin comprometer tarjeta temprana.

La altura de la línea varía según rival, clima y estado del partido. Con ventaja, se elige más control; a contramano, la presión vuelve a ser gatillo emocional.

Variantes: alta, media y presiones situacionales

  • Alta coordinada: todos por encima del círculo central, robo cerca del área rival.
  • Bloque medio agresivo: esperar en 4-4-2 y saltar con disparador claro.
  • Post-pérdida: 5 segundos intensos y, si no hay robo, reordenamiento rápido.

En escenarios de máxima tensión, el equipo mezcla alturas y caminos de presión. Esa flexibilidad fue clave en cruces ante potencias y en citas como el Maracaná, donde la identidad competitiva se agranda (repaso de clásicos ante Brasil).

Qué mirar en el próximo partido

  • ¿Quién orienta la presión y cómo tapa el pase al 5 rival?
  • Distancia entre 9, extremos e interiores al saltar.
  • Respuesta del arquero y los centrales ante el envío largo.
  • Segundas jugadas: ¿Argentina gana la caída y ataca con ventaja?
  • Gestión de energía: picos de presión y pausas inteligentes.

La Scaloneta hizo de la presión una seña de identidad. La Selección Argentina la perfecciona con trabajo, lectura y valentía para defender lejos del arco propio. ¿Debe Scaloni sostener esta altura en la próxima fecha?